¿Para que tanto?

En los tiempos tan difíciles que vivimos hay cosas que no sufren la crisis: los teléfonos móviles o celulares.

Estos al contrario que el resto de mercancías progresan a la par que la tecnología, un avance, una nueva gama de teléfonos.

Estos artefactos no se limitan a la simple conversación, no, ahora tienen sms, mms, videollamada, internet, mp3, mp4, mp5, radio, video, fotografía, grabadora de voz, juegos onlae, pantalla táctil, facebook, twiters, wasapp, gps, 3G, 4G, y un largo etc., que dejan a uno asustado, empequeñecido y tan empobrecido comparado con ese ordenador comprado con esfuerzo y con el cual uno escribe tecleando esta página, que no sabe uno como actuar, y no vayan a pensar mal y ni que decir de un tablet, más de lo mismo pero a lo grande. Bueno y  tanto para qué, pues tienen razón, yo me pregunto lo mismo. Solo saco una conclusión para tanto ajetreo: cada vez dejamos más rastros de nosotros mismos a las grandes empresas que ya sean por servicios prestados (compañías telefónicas) o de sistemas operativos, si libre (android) o propietario (symbian, iphone, blackberry, windows, etc), fabricantes de teléfonos y tablets, compañías de software y un largo etc. que recogen datos de nuestros gustos, relaciones (amistades, laborales y otra índole), lugares transitados o estacionados.

Uno se pregunta para qué tanta molestia, si me lo preguntan se lo contesto, pero por que hacerlo de esa manera tan sibilina, nuestros móviles tienen un código único que junto con nuestro número de teléfono nos hace reconocibles estemos donde estemos, reconocen nuestra posición, los números a los que llamamos y de los que recibimos llamadas y un largo etc. No somos delincuentes y no cometemos fechorias, para que tanto seguimiento de nuestras personas. La razón es simple: EL QUE TIENE EL CONOCIMIENTO TIENE EL PODER.

Es duro saber que uno forma parte de esa cadena y no ser más que un eslabón despreciable. Que el resultado de ese conocimiento irá siempre en mi contra por que sabrán en todo momento mi posición, el estado de salud, de animo, económico, etc. para que cuando debas un recibo sepan donde reclamarte o si te has colado en el transporte al no poder pagar el billete, y un largo etc. que me escandaliza pensar. Por que cuando tienes un percance y llamas a urgencias no utilizan el gps para localizarte, cuando buscas la ayuda tan necesaria eres ignorado por descontado.

Que viva la tecnología por que de ella dependemos y por ella trabajamos, nos comunicamos y nos ignoramos de igual modo que si del pan de cada día fuera. Buen provecho.

Angel de mi vida.

De lunes a viernes, levantarse, desayunar y rápidamente al colegio con un beso de despedida y hasta el siguiente día.
El sábado, pereza y ganas de jugar, pero los deberes son obligatorios y he de estar ahí y ser el Padre que durante el resto de la semana me es imposible. Duele y el dolor es tan intenso que veo como la falta de contacto nos aleja y nos convierte en extraños. Las divergencias se acentúan y veo como el tiempo corre velozmente y uno lucha contra reloj por ser el mejor para él, con la esperanza de ser ese PADRE que todo niño quiere tener y que casi nunca se consigue.

Ángel - ¡Jo! Papá, no quiero.
Papá - Ángel no empecemos, sabes que cuanto más tiempo tardes peor, menos tiempo tienes para jugar.
Ángel - No me importa, yo quiero jugar a algo. Esto me aburre.
Papá - Tenemos un trato, tú haces los deberes el sábado por la mañana y tienes todo el día para ti. Yo te corrijo los ejercicios y te explico todo lo que tu no sepas. Te ayudo en todo lo que puedo y tú no quieres hacer nada. Cuanto más tardes menos tiempo te quedará para ti.
Ángel - Siempre igual.

Esta historia se repite día tras día y es frustrante.